Institucionalización Mesa Local de Usaquén
Proyecto de Acuerdo 001, julio de 2014
La
Alcaldía Local y Hospital de Usaquén organizaron la "Gran Feria y
Encuentro de Medios Comunitarios y Alternativos" evento a desarrollarse el
24 de julio de 2014 en la localidad de Usaquén, salón comunal del barrio
Toberín, y en medio de la agenda se hizo reconocimiento a los ediles dra. Olga
Lucia Serrano y Raúl Esteban González, quienes apoyaron la iniciativa de los
medios comunitarios para que saliera adelante y fuese aprobado por la Alcaldesa
Local Dra. Julieta Naranjo Lujan. Acuerdo Local 001 del mes de julio de 2014,
proyecto denominado "Por medio del cual se institucionaliza la Mesa Local
de Comunicación Comunitaria y Alternativa, se establece su conformación y
funcionamiento en la localidad de Usaquén"
Basados en las atribuciones constitucionales y legales, en especial de las conferidas por el artículo 12, numerales 1º y 10º, del Decreto Ley 1421 de 1993, así como en cumplimento del artículo 4 del Acuerdo 292 de 2007 de la Secretaría Distrital de Cultura Recreación y Deporte (SCRD), la presente pagina tiene por objeto la promoción, difusión del control social y apropiación de la cultura, el arte y el patrimonio a través del trabajo de los medios y las organizaciones de comunicación comunitaria de la ciudad.
En este marco, desde el enfoque poblacional, se reconoce a la comunicación comunitaria como un proceso que sirve de eje transversal poblacional y territorial, desde el cual los usuarios se reconocen a partir de consideraciones como el género y el reconocimiento de las diversidades de los grupos poblacionales.
Igualmente, en desarrollo de lo establecido en consecuencia del Decreto 150 de 2008 “Por medio del cual se adopta la Política Pública Distrital de Comunicación Comunitaria”, en la dimensión cultural simbólica, donde se reconoce que “La comunicación comunitaria permitirá el fortalecimiento para la creación, promoción y consolidación de los procesos y medios de comunicación comunitaria de los grupos poblacionales, la población vulnerada y de sus organizaciones y medios”4, opta por la implementación de estrategias que permitan disminuir brechas de desigualdad existente en algunos de los sectores sociales, etarios y grupos étnicos que habitan la ciudad, mediante la promoción de la diversidad y la autonomía de las y los ciudadanos.
Por lo anterior, los comités de desarrollo y control social hacen presencia con dos (2) sectores de medios de comunicación comunitaria que son: a) Sector conformado por los Medios Virtuales Comunitarios con tecnologías de la información y las comunicaciones TIC y el sector conformado por los Medios Escritos Comunitarios: Periódicos y Revistas, hace presencia del periódico “El Usuario”.
Igualmente, desde la cultura hacen presencia en todo el proceso comunicativo, ya sea informando, con participación y apoyo en las distintas actividades que organiza la mesa de comunicación, igualmente se hace el acompañamiento pertinente cuando se nos convoque; la actual dirección web plasma cada una de las actividades realizadas para difundir información veráz y oportuna sobre los hechos, acontecimientos, actividades y novedades que van acorde al objeto de la organización.
Ver integrantes de laRed Distrital Comunicación Comunitaria
ABIERTA CONVOCATORIA PRIMER PREMIO DISTRITAL DE COMUNICACIÓN COMUNITARIA 2011
La Alcaldía Mayor de Bogotá, busca estimular los procesos comunicativos en la capital, considerando a los medios comunitarios un acto importante en el fortalecimiento de la comunicación de los grupos poblacionales, la población vulnerable y sus organizaciones. Por ello de abre la convocatoria al primer premio distrital de Comunicación Comunitaria para resaltar y apoyar de forma más efectiva el talento, la calidad de sus productos, actividades comunicativas, investigación periodística y análisis de temas tratados de los medios comunitarios y alternativos de comunicación.
La convocatoria va dirigida a medios comunitarios (escritos, sonoros, audiovisuales y nuevas tecnologías), Juntas de Acción Comunal JAC, organizaciones sociales con experiencia en medios comunitarios, organizaciones no gubernamentales cuyo objetivo social se relaciones con las actividades de comunicación comunitaria, estudiantes de último semestre de pregrado de las facultades de ciencias humanas, de ciencias sociales o de comunicación social, ciudadanos e instituciones extranjeras que apoyen o promuevan los medios comunitarios, población con discapacidad y artistas callejeros.
-----------------------------------
-----------------------------------
Otras Noticias:
ME UNO A LA CONVOCATORIA MUNDIAL, UNIDOS POR EL CAMBIO GLOBAL
Hoy 15 de Octubre, se realizan en 951 ciudades de 82 países del mundo manifestaciones, actos, foros, y diversas actividades de rechazo a los poderes financiero, militar, político y cultural que han conducido a la humanidad y al planeta en la peor crisis de los últimos tiempos.
La fecha es tanto más emblemática cuanto que responde a la convocatoria lanzada por el movimiento español 15-M para este mismo sábado con unas 60 marchas en España y en 45 países, incluido Brasil. El manifiesto elaborado para este 15 de octubre, traducido a unos 18 idiomas que incluyen el hebreo o el japonés y accesible en la página de Internethttp://15october.net/, resalta que “los poderes establecidos actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar. Hay que poner fin a esta intolerable situación”.
Lamentablemente, mientras el mundo se pronuncia de esta manera, Colombia se somete al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos con el alborozo de los medios de comunicación y los sectores dominantes.
En los diversos actos de la campaña del Polo Democrático Alternativo en que participaré este fin de semana difundiré esta jornada mundial y pediré que en Colombia nos unamos a la indignación mundial contra el neoliberalismo.
¡Unámonos por un cambio global!
Rafael Colmenares – Ex vocero del Referendo por el Derecho Humano al Agua – Candidato al Concejo de Bogotá – Marque Polo No.9.
¡POR FAVOR DIFUNDE ESTE COMUNICADO..!
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
APROBACIÓN DEL TLC EN SU PEOR MOMENTO
Por: Eduardo Sarmiento
El TLC cada vez aparece más extemporáneo. Cuando la iniciativa empezó a discutirse en el gobierno de Clinton, se consideraba que el libre mercado era una bendición que favorecía a todos los participantes. Se esperaba que la reducción de los aranceles y el libre movimiento de capitales propiciaran una elevación de la productividad y salarios que favorecía a los dos socios.
La experiencia de apertura en Colombia controvirtió la creencia. En veinte años que siguieron a su adopción, la economía experimento el menor crecimiento del siglo, las tasas de desempleo más altas y un severo retroceso de la distribución del ingreso.
A nivel mundial las cosas tampoco evolucionaron de acuerdo con los deseos. Los ingresos laborales bajaron con respecto a la productividad y la brecha entre trabajadores calificados y no calificados aumentó. La nivelación de los salarios se hizo hacia la baja. En todos los países disminuyó la participación del trabajo en el PIB y se ampliaron las desigualdades.
El desbalance no sólo acentuó las desigualdades, sino que interfirió con el crecimiento y la estabilidad mundial. Los bajos ingresos del trabajo y las enormes ganancias del capital dieron lugar a un exceso de ahorro que quebró el orden económico internacional. Y como la población no está en capacidad de adquirir los bienes que pueden elaborar, la economía evoluciona por debajo de sus posibilidades en materia de producción y empleo y está expuesta a una gran inestabilidad. La resistencia a aceptar esta realidad y enfrentarla constituye la principal explicación de la recesión 2008 y de la posterior recaída.
El TLC no es otra cosa que la profundización de la apertura, agravada por la pésima negociación del acuerdo. La reforma arancelaria es totalmente asimétrica; la mayor reducción se da en el país de menor desarrollo, que requiere más de la protección. Colombia baja los aranceles de 13% a 0 y Estados Unidos de 3% a 0. El sumo se da en la agricultura. Mientras Colombia abandona la protección de los aranceles, Estados Unidos mantiene los subsidios. El régimen de patentes es mucho más estricto que el existente a nivel internacional. El país renuncia a los mecanismos de control de capitales y regulación cambiaria. Todo esto constituirá una severa limitación para la agricultura de cereales, la diversificación industrial, el aprendizaje en el oficio y la estabilidad de la balanza de pagos.
Los TLC con Estados Unidos representan una interferencia con la integración latinoamericana orientada a ampliar los mercados internos y propiciar la industrialización. Los países quedan en condiciones de triangular el intercambio comercial, adquiriendo las importaciones en Estados Unidos y colocándolas a mayores precios en la región. Se convierten en facilitadores de las importaciones y las multinacionales en contra del valor agregado y el empleo nacional.
La aprobación del TLC se inició cuando las teorías de comercio internacional estaban en todo su furor y la aprobación se da cuando están totalmente desprestigiadas. Todas las evidencias señalan que el libre comercio envilece los salarios y amplía las brechas entre trabajadores calificados y no calificados, propicia desbalances financieros entre los países y regiones y torna más frecuentes las recesiones y las crisis cambiarias. En la forma como está concebido, el Tratado le significará a Colombia el alejamiento de la industrialización, la agricultura temperada y al avance tecnológico. El país mantiene la estructura subalterna de mediados del siglo XX, dominada por la minería y los servicios, que redundará en crecimiento modesto, empleo inadecuado y deterioro de la distribución del ingreso.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
TLC con Estados Unidos: lo peor para Colombia en 192 Años
Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 14 de octubre de 2011.
El TLC con Estados Unidos es lo más malo que le ha ocurrido a Colombia luego de la Independencia de España, el 7 de agosto de 1819. Porque lleva las relaciones entre los dos países a unas muy parecidas a las que tuvo la Nueva Granada con la Corona española, le arrebata al país toda posibilidad de resolver sus graves problemas económicos, sociales y políticos, condenándolo, mientras dure el Tratado, a la pérdida de la soberanía, el atraso científico y productivo, la desnacionalización económica, la concentración de la riqueza, el maltrato laboral y ambiental, la corrupción, el desempleo y la pobreza. Ganarán, sí, los pocos colombianos que logren separar su suerte personal de la de la nación, al conectar sus intereses con los de las trasnacionales que avasallan a Colombia.
El Tratado tiene 23 capítulos y 1.300 páginas que reglamentan en detalle toda la economía colombiana: exportaciones e importaciones, agro, industria y servicios, inversiones extranjeras, sector financiero, telecomunicaciones, propiedad intelectual, compras públicas, asuntos culturales, laborales, ambientales y sanitarios, en fin, todo. Ninguna norma nacional podrá contener nada que contradiga su texto, pues este equivale a la Constitución económica de Colombia. El TLC, además, no podrá modificarse sin permiso de Estados Unidos y su derogatoria unilateral por parte de Colombia, que puede darse, tendría que obligar a las trasnacionales a soltar la presa.
Los TLC están montados sobre mentiras. No es cierto que para venderle a Estados Unidos haya que tener un TLC con ese país: nadie en Europa lo tiene, ni China, ni Japón, ni Brasil. También es falso que a los países los desarrollen los extranjeros, y más si solo invierten cuando les garantizan monopolios y materias primas, impuestos y mano de obra baratos. Tampoco es verdad que los estadounidenses desmontarán sus descomunales subsidios industriales y agrarios. Y es falaz afirmar que a Colombia se le impone lo que hicieron norteamericanos, europeos y japoneses para desarrollarse. Por el contrario. El TLC le quita los principales instrumentos que esas naciones usaron para construir sus economías.
Colombia no negoció un TLC con Estados Unidos. Los llamados “negociadores” fueron un grupito de “hombres sí”, a cuyo director, el ministro de Comercio, no le dio vergüenza salir del cargo para irse a Washington a un puesto en el Banco Mundial. Que todos los TLC de América sean iguales obedece a que las trasnacionales le indican a la Casa Blanca cuáles son sus intereses y esta se los convierte en tratados. Las diferencias se limitan a establecer el plazo en el que la industria y el agro de los países víctimas perderán toda protección, es decir, a darles orden a las quiebras: quiénes en el primer año, quiénes en el quinto y quiénes el décimo, que suele ser la desprotección más tardía.
El libre comercio no va a empezar en Colombia con los TLC. Lo inició César Gaviria y avanzó en los gobiernos siguientes. Lo nuevo es que buscan profundizarlo y hacerlo irreversible. Y dos décadas de ruina y retrocesos industriales y agropecuarios por las mayores importaciones, de desempleo y pobreza, al igual que de unas exportaciones limitadas a los mismos productos agropecuarios y mineros de siempre, muestran la falacia de los pajaritos de oro que pintan con el TLC con Estados Unidos, a cuyos daños se sumarán los tratados con Canadá, la Unión Europea y Corea.
Si este TLC era malísimo en 2006, cuando se negoció, ahora es peor. Primero, por la grave crisis estadounidense y mundial. Y segundo, porque la revaluación ha disminuido en 20% la competitividad nacional, revaluación que tiene como causa principal que Estados Unidos reducirá las importaciones y aumentará las exportaciones como sea, incluso imprimiendo dólares sin parar, en algo así como una gran falsificación de moneda.
Las privatizaciones son parte del libre comercio. Por eso Santos no desmonta el sistema de las EPS, estrangula financieramente a las universidades públicas y busca legalizar el lucro en la educación, negocio impuesto por el capítulo de inversiones del TLC con Estados Unidos. Y otra vez se demostró, esta vez con Obama y sobre el caso de los crímenes contra los sindicalistas colombianos, que Washington permuta negocios por derechos humanos (Libro “El TLC recoloniza a Colombia” en http://bit.ly/jho8XW)